Villa Ballester, 6 de Octubre de 2016.
CURA PÁRROCO «SUICIDADO»
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Señor Director:
En la provincia de Tucumán, feudo del anterior gobernador José Alperovich que con su esposa, ex senadora Beatriz Rojkés, han amasado una fortuna a la sombra de la política, ha ocurrido un hecho gravísimo en la localidad de La Victoria, en que el cura párroco, Juan Viroche, que había denunciado las bandas dedicadas a venta de drogas, y fue amenazado de muerte varias veces, fue encontrado ahorcado en la sacristía de su iglesia.
El fiscal que investiga su muerte dijo que «se trata de un suicidio»,
pero nadie lo cree y el fiscal general de Tucumán, Gustavo Gómez, afirmando que es «inconcebible» que se haya quitado la vida, advirtió: «Que lo quieran disfrazar de un suicidio es otra cosa«, y que «No es un sacerdote común, es un hombre comprometido con la vida«. Rara vez uno puede encontrar sacerdotes así. El había solicitado el traslado» al arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, sin respuesta; y el lamentable desenlace.
La provincia norteña se ha constituido en una base para el narcotráfico y narcomenudeo, tal vez en connivencia con la política, y donde desde tiempos inmemoriales se mueren niños de desnutrición, mientras el matrimonio Alperovich disfrutaba en marzo de 2015 de unas soleadas vacaciones en Dubai en hoteles cinco estrellas y paseaban en camello. Hace un año y medio, ante un temporal de lluvias y desbordes de ríos, el operario Cristián Bulacio de la localidad de El Molino, con un metro de barro en su casa, y pedía, con sus vecinos, máquinas para obras, la entonces senadora lo increpó: «No se hagan los enojados ni se pongan locos, porque toda la provincia está afectada. Quédense tranquilos. No es mi culpa si viene el río». Y aunque trató de disculparse de su exabrupto, ante la expresión de aquél que «usted tiene una casa, una mansión», ella replicó con soberbia: «Yo, tengo diez mansiones, no una, y estoy acá. Puedo estar en mi mansión ahora pedazo de animal, vago de miércoles»(sic). El aludido respondió: «¿Vago? Ustedes son todos ladrones» (quién se levantaba a las 5 de la mañana para levantar la cosecha y regresaba a su casa a las 20 horas).
En noviembre de 2015 el padre Viroche celebró una misa al aire libre en la localidad rural de Delfín Gallo, a 10 kilómetros de la capital provincial, para pedir por un pueblo sin drogas y robos. En esa oportunidad alertó: «Se ve que hay grandes operativos policiales en la zona del Gran San Miguel de Tucumán, pero el interior comienza a liberarse y los delincuentes empiezan a venir hacia acá» (sic).
Por su personalidad, espiritualidad y dedicación a su misión sacerdotal, no se concibe que haya atentado contra su vida, de modo igual que el fiscal general Alberto Nisman, que fue «suicidado» (lo que cree el 99 por ciento de la población).
Con cordiales saludos,
Alfredo Nobre Leite
DNI 18.221.024
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